La formación online está de moda, seguro que tú también lo has notado. Cada vez hay más emprendedores que lanzan sus propios cursos, infoproductos o programas formativos en busca de ingresos extra.
Es más, en bastantes ocasiones este tipo de ingresos son algo más que un extra y se han convertido en el recurso principal del blogger.
Pero, ¿Cómo se hace un curso online? ¿Qué herramientas se necesitan? ¿Cuánto cuesta producirlo?
Si no eres desarrollador web, o si no tienes un perfil técnico es bastante probable que no sepas ni por dónde empezar, así que en esta entrada te voy a enseñar los tipos de cursos que puedes vender desde tu propio blog, las diferentes herramientas que tienes a tu alcance y una serie de plugins y plantillas que te ayudarán a crearlo sin que te entren ganas de tirarte por la ventana.
Por qué todo el mundo se está lanzando a crear cursos online
No hace mucho tiempo la enseñanza estaba reservada a profesores titulados y a centros formativos. Los cursos online están cambiando esa dinámica y hoy en día cualquiera puede ofrecer formación a través de Internet.
Solo necesitas dominar una materia concreta, saber explicarla de forma clara y una plataforma desde la que conseguir visibilidad y vender tu curso.
Las barreras de entrada ya no existen, además la venta de cursos online tiene una serie de ventajas evidentes:
- El profesor trabaja una sola vez. No tienes que dar la misma clase una y otra vez. La preparas, la grabas, la publicas y listo. Se reproduce tantas veces como haga falta, pero tú solo la impartes una vez.
- Son muy baratos de producir. Si tienes un ordenador ya puedes crear tu propio curso online. A mayores te puedes gastar dinero en webcams, micros, luces de estudio, teleprompter, editores de video, etc. Pero simplemente con un ordenador ya puedes grabar tu primer curso y publicarlo en tu blog.
- Una vez hecho el curso lo puedes vender tantas veces como quieras con coste cero para ti. Si tu curso estuviera impreso en papel cada copia que vendieras tendría un coste de producción, pero al vender un producto digital cada copia que produces te sale prácticamente gratis.
- Si tu blog funciona y ya tienes cierta audiencia no necesitarás que nadie lo distribuya por ti. No tendrás que pagar publicidad, ni gastarte dinero en plataformas que hagan de intermediarios.
- Crear cursos online con WordPress es relativamente fácil y rápido. Más adelante veremos que con un solo plugin, o una plantilla que nos ofrezca las funcionalidades necesarias ya estaremos en disposición de distribuir nuestro curso online. En una tarde puedes tener todo listo para empezar a venderlo.
Los cuatro tipos de cursos online que puedes vender
Vale, vender cursos online mola, pero ¿Cómo narices lo hago?
En mi opinión el proceso de compra y distribución del curso debe ser totalmente automático, es decir, tu web debe ser capaz de:
- Realizar la venta.
- Gestionar el cobro.
- Hacer llegar el curso al alumno.
Todo esto sin que tú tengas que hacer absolutamente nada.
El otro día he visto un curso online en un blog español que tenía un botón de compra, pero al hacer click no iniciaba el proceso de compra, sino que te llevaba a una página de contacto donde el autor te explicaba los pasos a seguir. Que si hazme una transferencia, que si envíame el dinero a tal cuenta de Paypal, que si luego te mando por email un usuario y contraseña, etc.
Eso no puede ser.
El cliente tiene que poder comprar el curso en dos minutos y tener el acceso al mismo en cuanto paga ¿Qué ocurre si te hacen una compra a las 3 de la mañana? ¿Y si estás de vacaciones? ¿Sabes cuántas ventas vas a perder por tener un método tan rudimentario?
Así que grábatelo a fuego, el proceso de venta y entrega de tu curso debe ser automático.
Dicho esto, considero que hay cuatro formas eficaces de ofrecer un curso online, vamos de la más sencilla a la más completa.
1. Vender tu curso en un archivo comprimido
Tan sencillo como grabar una serie de vídeos, meterlos todos en un archivo comprimido, subir el paquete a Dropbox o a algún servicio similar y poner un botón de compra, cualquiera de los dos envía el producto digital una vez que ha confirmado el pago.
Este mismo método es el más utilizado a la hora de vender otros contenidos digitales, como por ejemplo los ebooks.
El mayor problema que tiene esta fórmula es que una vez que alguien ha descargado el paquete con los vídeos nada le impide compartirlo o redistribuirlo en foros, sitios de piratería, etc.
2. Dar acceso a una plataforma privada mediante un plugin de membresía
Grabas tus videos, pero en vez de meterlos en un .zip los subes a un servicio tipo Vimeo. A continuación insertas los videos en una o varias páginas de tu web que permanecen ocultas o inaccesibles hasta que el usuario compra la membresía que le da acceso a dichas páginas, y por tanto a los videos y demás materiales que hayas subido.
Vimeo ofrece protección para tus vídeos. Por ejemplo, si quieres puedes hacer que tus vídeos solo se reproduzcan en tu dominio, con lo cual, aunque alguien intente insertarlos en otra web estos no se reproducirán.
Por su parte los plugins de membresía te permiten dar acceso a páginas concretas, permitir dicho acceso durante un tiempo determinado, hacer cobros recurrentes, definir un número máximo de IPs que se pueden conectar con una sola membresía y un enorme etcétera que veremos más adelante cuando hablemos de plugins concretos.
Esta segunda opción es mucho más segura que la primera y te permite hacer no solo cursos online, sino programas formativos.
3. Utilizar un plugin de membresía para hacer un programa formativo
La diferencia entre un curso online y un programa formativo reside en que en el curso online se puede comprar y empezar en cualquier momento, el usuario tiene acceso al 100% de los materiales desde el primer minuto y él va a su ritmo completando los vídeos.
En el programa formativo tenemos una fecha de inicio y una duración determinada, por ejemplo, el programa empieza en noviembre, tiene una duración de un mes y cada semana vamos dando acceso a diferentes contenidos, así vamos marcando la evolución y progreso del alumno a nuestra voluntad.
En principio podría parecer que hacer un programa formativo es contraproducente, en el sentido de que:
- Obligas al alumno a ir a un determinado ritmo.
- Marcas unas fechas de inicio y fin que quizá no le encajen a todo el mundo.
- No tienes el curso disponible en cualquier momento y por tanto pierdes ventas.
Sin embargo, se ha demostrado que estos programas tienen un mayor valor percibido, son más eficaces que un curso online normal, tienen un menor índice de abandono y lo más importante de todo, como consecuencia de todo lo anterior…
Se venden mucho más caros que un curso online “tradicional”.
Para hacer este tipo de programas necesitamos que el plugin de membresía tenga la opción de “content drip”, vamos, que sea capaz de liberar o ir soltando contenido en los plazos que le indiquemos.